Feligreses durante la celebración eucarística.
Feligreses durante la celebración eucarística.
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Feligreses de la iglesia San Chárbel en Barranquilla se unieron en oración por la salud de Miguel Uribe

La eucaristía fue liderada por el Consulado Honorario del Líbano en Barranquilla.

En la parroquia San Chárbel, en Barranquilla, feligreses se unieron en oración por la salud del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien continúa en estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá tras haber sido víctima de un atentado el pasado 7 de junio.

Este acto religioso que se llevó a cabo fue liderado por el cónsul honorario del Líbano en la ciudad, Edmond Feris Yunis, y su familia.  

Durante la eucaristía se elevaron plegarias por la recuperación de Uribe Turbay y se rindió homenaje a su fe, en especial a San Chárbel, santo de origen libanés cuya figura ha cobrado relevancia espiritual durante este proceso. 

Cónsul honorario del Líbano en Barranquilla, Edmond Feris Yunis y su familia.

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“Quisimos honrar a Miguel Uribe, elevar una oración por su pronta sanación y acompañarlo espiritualmente en este difícil momento. Que San Chárbel interceda por su salud y le conceda fortaleza”, expresó el diplomático. 

Feris Yunis también extendió un mensaje de agradecimiento al médico Fernando Hakim y su equipo por su compromiso y vocación de servicio, destacando su devoción a San Chárbel. 

Esperamos que San Chárbel lo siga guiando en esta misión humanitaria de salvar la vida de Miguel Uribe”, añadió.

San Chárbel, santo de origen libanés.

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Uno de los momentos de mayor espiritualidad fue la homilía del sacerdote Danilo Cantillo, quien destacó la confianza como la fuerza de la oración para enfrentar momentos de incertidumbre. 

Y aunque los pronósticos a veces no sean los mejores, cuando la vida nos sube en un columpio, el Señor nos abraza y nos dice: aunque estés arriba o estés abajo, aunque estés triste o estés alegre, yo quiero llenar tu corazón de paz”, mencionó. 

También señaló que Dios conoce el dolor de cada uno, incluso aquello que aún no podemos entender o explicar.  

Él intuye lo que llevamos dentro, porque su amor es infinito. Aunque no sepamos exactamente qué nos pasa, Dios ya lo sabe y nos acompaña. Su poder se manifiesta no solo en los milagros visibles, sino en la fortaleza que nos da para resistir y seguir”

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